La fotografía nocturna es uno de esos tipos de fotografía que admiten muchas variantes pero que necesitan de mucha práctica y un conocimiento mucho más profundo de nuestra cámara que la captura de otras imágenes. La apertura, el tiempo de exposición y la sensibilidad tienen que estar absolutamente bajo control y eso es lo que nos hará a todos pequeños maestros en el arte de la fotografía nocturna.
Lo primero de todo, hay que tener en cuenta que con aperturas más pequeñas conseguiremos un efecto en las luces similar a los rayos de una estrella (algo que también se puede hacer con programas de edición) y los puntos de luz tendrán un efecto más nítido, así que es una buena opción ya que aunque tengamos que compensar la exposición aumentando la velocidad de obturación, tenemos un trípode que nos ayude.
El trípode, por otra parte, es fundamental, ni las cámaras con más sensibilidad pueden lograr hacer una buena fotografía nocturna sin trípode. Si además de trípode disponemos de un control remoto mucho mejor, pues así evitamos cualquier trepidación si estamos trabajando en modo B.
Es recomendable hacer varias pruebas con la sensibilidad para saber hasta dónde podemos llegar sin tener ruido en la imagen. Personalmente, creo que a partir de 400es algo arriesgado, pero siempre existe la posibilidad de ir compensando unos y otros valores hasta alcanzar el equilibrio. Lo que nunca haría es sacar ruido pensando en reducirlo con posterioridad, pues se eliminan muchos detalles que en la fotografía nocturna pueden ser imprescindibles. Del mismo modo, convendría apagar lareducción de ruido de nuestra cámara, puesto que también reducirá detalles.
La apertura de diafragma aconsejable está entre F8 y F16, aunque dependerá de cuál sea el motivo de nuestra fotografía. Por otra parte, el balance de blancos es realmente importante: si estás disparando imágenes en las que haya luces (de ciudad, automóviles, edificios, puentes…) estará bien la luz incandescente +3, aunque eso conviene regularlo una vez que nos encontremos en el lugar de la sesión.
Una última advertencia: si estás tomando fotos de calles iluminadas, automóviles, o skylines de ciudades es recomendable retirar el filtro UV de la lente, puesto que puede causar brillos o una finísima bruma que estropearán tu foto.
Ahora sólo nos queda armarnos de paciencia, abrigarnos bien si hace frío y disfrutar de la sesión.
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