Click, una imagen. Click, otra. Click, una más. Y así, continuamente. Las imágenes nos rodean. En los libros, en el ordenador, en la televisión; en casa, en el trabajo, en los lugares de esparcimiento. Fotografías que nos transmiten belleza, nos hacen sonreír, nos transportan a lugares exóticos y nos traen a gente del pasado. Y también fotografías que nos conmueven, nos producen malestar, amargura o estupor y nos recuerdan lo difícil que resulta vivir en este nuestro mundo.
Miraba la foto sobre la construcción del Empire State que ilustra la propuesta de visita-taller a laexposición de Lewis Hine, tan conocida y atrayente y pensaba ‘eso sí que son medidas de seguridad’, en un intento de bromear con un asunto serio: la denuncia de unas penosas condiciones laborales. ¿Qué eso era hace casi un siglo? De acuerdo. Pero la realidad es tan tozuda que la fotografía periodística nos trae una y otra vez hasta la mesa del desayuno situaciones atroces en infinidad de lugares, aquí y fuera.
Confieso que conocía muy poco de Hine, fotógrafo y sociólogo, de su compromiso feroz con los derechos de los trabajadores y los inmigrantes desorientados y desconcertados al llegar a Ellis Island en Nueva York; con los niños trabajadores y sobre su colaboración con la Cruz Roja. He aprendido mucho.
Compromiso. ¿Tiene el periodista el compromiso, la obligación de mostrar a través de sus fotografías no sólo lo que sucede sino, además, hacer que sirvan como denuncia de situaciones injustas, de personas silenciadas y conflictos olvidados? ¿O debe prevalecer el componente estético que sin duda tiene la fotografía? ¿Es posible conjugar ambos?
Recuerdo mi visita el año pasado a la exposición “Desaparecidos” del fotoperiodista Gervasio Sánchezsobre desapariciones forzosas en lugares tan diversos como Chile, Guatemala, Irak, Bosnia-Herzegovina o España. Allí supe también de su proyecto “Vidas minadas” y su denuncia sobre las consecuencias brutales del uso de las minas antipersonas. Conocí, además, que en su discurso al recoger el premio Ortega y Gasset de periodismo pronunció un discurso incendiario acusando a los sucesivos gobiernos españoles de permitir la venta de armas a países en conflicto o directamente en guerra. Parece ser que su intervención no fue muy bien acogida y, paradójicamente, recibió poca cobertura en los medios…
Fotografías que nos incomodan y remueven nuestra (mala) conciencia. Bienvenidas sean.
Thanks for sharing this information and beautiful picture.. They are really stunning... You did a great job.
ResponderEliminarretoque foto